Este artículo pretende mostrar como se ha dado una evolución partidista debido al freno a las ansias reeleccionistas del presidente Uribe gracias a otra rama del poder público...la judicial con la corte constitucional. Dicha evolución no se dio realmente en las entrañas de los postulados de cada partido sino que por el contrario se dio en el ámbito del Estado de opinión, donde primaron las alianzas por conveniencias y no por ideas.
Además, se da un cambio en el discurso de la izquierda frente al gobierno producto en parte, de estar a la cabeza del polo Gustavo Petro el cuál, si bien siguió sus acostumbradas denuncias públicas frente a los hechos de corrupción en el gobierno, prefirió retirarse de la contienda democrática y no apoyar al único contrapeso que tenía la derecha en Colombia, el naciente Partido Verde en la segunda vuelta.
Entonces la hipótesis que se pretende es mostrar, a través de un análisis discursivo es, como al mandar el polo a la abstención de sus electores no logró desbancar al uribismo, sino que por el contrario esta decisión pareció mas un mandato de convivencia pacífica con los movimientos uribistas representados en Juan Manuel Santos, utilizando un tono mas conciliador y menos beligerante. Beligerancia que si tuvo lugar en años pasados con Carlos Gaviria a la cabeza del polo cuando se enfrentó electoralmente a Álvaro Uribe en el año 2006.
Estamos pues en un escenario donde la abstención de la izquierda ha provocado un éxito rotundo del uribismo?, donde el gobierno entrante del otrora sindicalista y gobernador del valle Angelino Garzón pareciera sellar un acuerdo tácito entre la izquierda y la derecha para hacerle frente a un popular pero aún inexperto movimiento de centro que pretende defender y no reformar las leyes constitutivas del Estado.
Dicho plan programático del partido verde parece seguir postulados liberales de defensa de la ley positiva que si se revisa históricamente, ya estuvieron presentes durante el siglo XIX, y que también ya se enfrentaron hace setenta u ochenta años contra los postulados de la extrema derecha fascista y nazi y los postulados de extrema izquierda de los años 30 en el sistema internacional.
Luego esta batalla ideológica de las pasadas elecciones parecía estar repitiendo lo que durante la segunda guerra mundial fue motivo de guerra, sin embargo parece ser que el distanciamiento paulatino de Santos frente al carismático, inteligente (no hay que negarlo, utilizó todas las formas de legitimación y hegemonía que uno estudia en ciencia política) y poco preocupado por los medios para conseguir sus fines gobierno de Uribe, ha creado un compás de espera frente a la manera como se va a hacer política trás 8 años de la misma tónica, manejo de medios y cultura hegemónica que se creó trás las manos del saliente gobierno.
